viernes, 25 de junio de 2010

Senderismo: Bal de Aísa


Todavía quedan valles en el Pirineo donde perderse y disfrutar del silencio y la tranquilidad que la masificación de las estaciones de esquí están robando de "la montaña", (así es como se refiere un sabio geófrafo a la cordillera Pireanica).
Todavía quedan pueblos de calles de piedras y tierra por donde vagan libremente los animales (gatos,gallinas...) , de casas envejecidas,y no por ello abandonadas, por el paso del tiempo, de gentes que labran su día a día a base del trabajo del campo y los ganados...todavía quedan pueblos.


Este es uno de ellos, se llama Las Tiesas Baxas. Sólo tiene una calle, la Calle Única con unas cuantas casas de piedra con corrales y una iglesia castigada por el paso de los años. Si seguimos más adelante por la carretera y nos desvisamos a la izquierda subiremos a otro de estos pueblos misteriosos, Las Tiesas Altas. Este sólo tiene una plaza empedrada con unas casonas enormes y un restaurante vegetariano. Al fondo de la plaza si nos acercamos hay un pozo de agua .
Merece la pena acercarte a estos pueblecillos si de verdad quieres tener paz y tranquilidad.
Desde Jaca, buscar una carreterilla que pasa por Asieso, Banaguas, Nobes, San Bizién...y seguirla hasta llegar hasta cualquiera de estos de pueblos.Merecen la pena todos ellos.







Esta es una vista de la Bal de Aísa, tomada desde Las Tiesas Altas. Siguiendo por esta carretera llegaremos al pueblo que da nombre al valle y tomando un desvío a la derecha dirección Borau podemos llegar a la iglesia de San Adrián de Sasau (siglo XI-XII). Si desde Aísa seguimos la carretera principal llegaremos hasta el final de valle donde hay un area recreativa donde pararse a "echar" un bocata antes de ponerse a caminar un ratillo hasta unas cascadas que hay cerca del refugio de Boyeros. Podeís tener mucha más información sobre esta zona en el mapa de editorial Pirineo nº2, Bal del Aragón.








Aquí teneis unas fotos de los paisajes que podeís encontraros si os apetece caminar un ratillo desde donde se deja el coche en las inmediaciones del area recreativa. Sólo hay que seguir la pista forestal que se adentra en el valle y dejarte llevar por los sonidos, los olores, los colores y las formas de este valle escondido del Pirineo Aragones.
El Pirineo no sólo es esquí, hay muchas más sorpresas que esconde en cada rincón y que tenemos que respetar para que todos podamos disfrutar de ellas...







Atardece sobre la Bal de Aísa...

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