Desde varios de los pueblos de los valles de Vio y Ordesa, se pueden contratar excursiones guiadas en autobuses o furgonetas 4x4 para alcanzar los miradores que cuelgan de una de las laderas de Ordesa, sobre la Senda de los Cazadores. Esta excursión se puede hacer también andando o en bici, pero los alrdedor de 1000m de desnivel son sólo aptos para quien está en forma y cuenta con las suficientes horas de luz. Calculamos que si se sale en una ruta circular desde Torla y se regresa por Nerín, saldrán unos 60 km de vistas espectaculares y carreterillas serpenteantes. Exite una pista en buen estado para hacer el recorrido; pero las barreras hacen que el acceso en coche sólo sea posible bajo autorización. De todos modos, por una vez, no está mal dejarse llevar y escuchar del guía local la historia de esos valles y de la fauna que lo habita (en octubre, la flora es más escasa). ¡Merece la pena!
Nosotros fuimos en coche desde el camping de Oto hasta Nerín, con Peña Montañesa al frente. Allí, cogimos el bus que conduce Horacio, el guía que nos acompañó durante toda la mañana. Desde el autobús, el paisaje es sobrecogedor. Estas formaciones rocosas nos recordaron al Cerro de los Elefantes que conocimos en el camino entre Calafate y el glaciar Perito Moreno, en Argentina... ¡tan lejos y tan cerca!
Sin embargo, si te acercas a los miradores desde el otro lado, accediendo por Torla, el paisaje es este otro. Aquí cada pasajero, si deja volar la imaginación, descubre formas diferentes. A mí me recuerda el cementerio judío de Praga.
Y desde arriba, qué voy a contaros... ¡Es muy difícil escoger fotos! a pesar de que las nubes hacían difícil conseguirlas. Podéis ver uno de los miradores, las vistas hacia el valle y un detalle de la mítica Brecha de Roldán.
Agradeceríamos información práctica, consejos subjetivos y narración de vuestras experiencias con respecto a la Senda de las Flores, porque desde este lado parece inabarcable... ¡pero tentadora!
