martes, 28 de septiembre de 2010

Viajes: Fin de semana en la Costa Brava


El último fin de semana de agosto lo pasamos en Calella, este bonito pueblo súper turístico, pero sin un solo rascacielos, que surge entre pinares en la Costa de Gerona. A su alrededor, acantilados que unen el verde de la arboleda con el del mar, al que se accede por playas de
roca como la
que veis en la foto o de arena tan gruesa que no se te queda pegada (¡genial!). Si te zambulles, con calzado adecuado, en las limpias aguas, te sorprenderás nadando entre decenas de peces.
Un fin de semana no da para mucho, pero nosotros tuvimos tiempo de visitar este otro pueblo amurallado, Pals, muy bien conservado y que cuenta con tiendas de artesanía dignas de mencionar.
Muy recomendable sería, si hay más días, acercarse a la propia capital, Gerona, visitar todo lo posible a cerca de Dalí (en otra ocasión ya habíamos estado en la casa-teatro-museo de Figueras, donde Dalí es el gran protagonista, pero pudimos conocer otros artistas geniales) y recorrer algunos otros de los pueblos blancos que, de forma agradable, rompen el paisaje salvaje de la Costa Brava.
Por cierto, muchas a Vane por sus consejos para nuestra escapada.

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