jueves, 2 de diciembre de 2010

Viajes y rutas: nuestra ruta por La Solana

Este fin de semana hemos estado redescubriendo algunos de los pueblos abandonados o escasamente poblados que cuelgan de las laderas entre Boltaña y el Cañón de Añisclo. En la primera foto podéis entreteneros en buscar los tres que se visualizan desde Campol; aunque el primero de los que os mostramos es Jánovas, del que podéis ver más imágenes y conocer su triste historia y la lucha de sus gentes por la restitución en este enlace.
Jánovas fue el lugar elegido para uno de esos embalses que pueblan el Pirineo pero, en este caso, como veis, nunca llegó a inundarse y los vecinos reivindican que se les devuelvan las tierras; ahora yermas. Impresionante el paseo por sus calles. Os dejamos una foto de la fuente-abrevador, con un curioso relieve de dos serpientes enroscadas que muerden los caños, y una panorámica general de lo que fue un extenso pueblo y el puente colgante (y helado cuando lo atravesamos nosotros) por el que se accede.


El siguiente núcleo que visitamos es ya Campol, en un lugar privilegiado que cuenta con vistas espectaculares y sosiego revitalizante. La mayoría de sus casas se mantienen en pie y están relativamente bien conservadas, aunque tapiadas.



Siguiendo por una carreterucha alcanzamos Yeba, sorprendentemente habitado teniendo en cuenta que no hace mucho que disponen de electricidad. A partir de aquí, hacia Buerba, el camino es incierto y sería recomendable explorarlo sólo con todoterreno si se quiere llegar hasta Vio, que corona el Cañón de Añisclo plantándole cara a Monteperdido. ¿Lo reconocéis en la foto?



Desde allí, ya por carretera, se baja fácilmente hasta San Úrbez (ermita conquistada a la roca en pleno Cañón) y podéis volver a Boltaña atravesando Fanlo, que en verano hasta tiene bar-terraza. En la foto que os dejamos, podéis ver al fondo Peña Montañesa, que domina el valle de Vio.


En resumen: un agradable paseo en el que sentirse como auténticos descubridores al recorrer estos pueblos que tienen tanto que enseñar. Merecería la pena por ellos mismos (nos dejamos muchos, perdonad), pero es que además el paisaje que los rodea es realmente atrayente, aunque la cumbres queden lejos. Por favor, si alguien tiene más información a cerca de su historia o cualquier comentario que quiera compartir, ¡escribid!

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