Hay tantas cosas que nos han sorprendido en nuestra aventura furgonetera por las Landas que es dífil reunirlas todas en una sola entrada; así que dividimos nuestro puente constitucional en dos fases: el viaje de ide hasta Burdeos, por carreteras secundarias que recorren pueblos costeros rodeados de uno de los mayores bosques de Europa y, en otra ocasión, os mostraremos la cantidad de lugares únicos en nuestro continente que podéis visitar partiendo de la mencionada ciudad.
Nuestra primera parada fue Bayona, hermosa ciudad en obras cerquita de Irún.
Pronto se alcanza Capbreton, que en dicimbre muestra sus playas sobrecogedoramente desérticas; tan sólo pobladas por esa esxtraña especie, mitad hombre mitad pingüino, que son los surferos. Impresiona ver las cumbres nevadas emergiendo de las crestas despeinadas de las olas
Y con forme ascendemos en el mapa, más salvajes parecen las playas, como esta de Mimizan.
Hasta que cae la noche y todo calla... y es díficil saber si pasa o no el tiempo... y es difícil saber, como en este lago, dónde acaba el agua y empieza el cielo. Disfrutad de la ruta sin prisa, cualquiera de los sitios donde os detengáis os gustará; pero tened en cuenta que los campings están cerrados en invierno: una auténtica pena porque sería genial aprovechar esta época para recorrer los senderos que atraviesan el bosque y relajarse contando las olas del Cantábrico sin tener que repartir codazos para sentarte en la arena.
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