miércoles, 4 de mayo de 2011

Viajes y rutas: La laguna de Gallocanta

Hemos estado de puente conociendo Teruel y nos ha sorprendido gratamente. El domingo había una marcha senderista-carrera popular que, cadaa año, asciende desde el pueblo turolense de Camañas hasta el Pico Palomera. Duros desniveles te ascienden hasta una cumbre de casi 1500m desde la que contemplar toooooodooooo para luego volver a descender por barrancos en un recorrido circular (bueno, más bien con forma de 8) de unos 22km que puedes realizar corriendo (poco recomendado si no estás habituado a esta forma de atletismo) o caminando. Aprovechando que unos amigos nos animaron a participar en ella, decidimos pasar el sábado en la Laguna de Gallocanta pese a que las aves migratorias ya han partido hacia el norte.



Pasamos la noche en enl lugar "furgoperfecto" que, muy acertadamente, nos recomendó el compañero Dani: junto a la ermita de la Virgen del Buen Acuerdo. Desde allí está hecha la primera foto. El bullicioso silencio te arropa en estos parajes de sosegados horizontes lejanos invitándote a llenarte los pulmones de él. Éste es un buen punto para comenzar a rodear la Laguna por caminos embarrados que discurren entre los campos de cultivo que ahora sustituyen al bosque que en tiempos remotos rodeó este enorme charco.


En este recorrido, descubrimos pueblos como el bonito Berrueco y las ruinas de su castillo, al que merece la pena acercarse. El centro de interpretación de la Laguna de Gallocanta (nosotros entramos en el más moderno, el más cercano a la localidad de Gallocanta), donde aprender a diferencir los distintos tipos aves que podríamos encontrar durante el invierno en la Laguna, así como conocer cómo se formó en este lugar en concreto esta masa de agua salada. Muy ineresante en el centro la cantidad de información que puedes llevarte a casa sobre las actividades culturales de la comarca e incluso de toda la provincia de Zaragoza (nosotros ya tenemos en la lista de pendientes algunas de las propuestas por zaragozaprovinciacultural).


En la penúltima foto, mostramos otra parada obligada: el yacimiento arqueológico de El Castellar. Con paneles informativos concisos muy instructivos.


Hasta el lunes no terminaba nuestro puente y ese día continuamos descubriendo los secretos de Aragón, esta vez más algo más hacia el sur, de la mano de Miguel, un turolense adoptado desde galicia, al que queremos darle las gracias desde aquí por compartir su tiempo con nosotros. Pero esa es otra historia que deberá ser contanda en otra ocasión.

3 comentarios:

  1. Nosotros fuimos hace unos años a Gallocanta para ver las grullas, y no vimos ninguna. Pasan la noche en la laguna, pero por el día se van en busca de alimento. Así que, o madrugas, o esperas hasta que anochezca. Quien quiera disfrutar de las aves, debería tenerlo en cuenta. De todas formas, pasamos un día muy agradable, rodeando el "charco". Aunque yo no lo llamaría así, aún anduvimos varios kilómetros. Relax total.

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  2. Lo de "charco" no iba por el tamaño, sino porque es agua de lluvia acumulada, sin salida ni otra forma de entrada de caudal.

    Gracias por comentar ;)

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  3. Qué curioso, no lo sabía. Gracias a ti por la explicación.

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