viernes, 26 de agosto de 2011

Viajes y rutas: fin de semana en el País Vasco


Laga es un lugar furgoperfecto. Situada entre San Sebastián y Bilbao, dentro de una reserva de la biosfera, cuenta con baños y duchas públicos y un atardecer embriagador; ¿qué más se puede pedir? Bueno, quizá unos gradicos más para la temperatura del agua y que no llueva durante el fin de semana, si sólo vas a pasar dos días por la zona.







Muy cerquita de ella,
con un camping en las proximidades, se situa Laida. Cuando la marea está baja, se puede atravesar andando para llegar hasta Mundaka (en la foto), pero no os fiéis, que aquí a lo que te quieres dar cuenta te has quedado sin toalla.





Estos son lugares sembrados de surfistas, pero lo que a nosotros nos encanta del País Vasco, es que siempre hay algo que hacer si no te animas a montar las olas sin neopreno. Por ejemplo, desde estas playas, se accede fácilmente, primero en coche y luego a pie, a un lugar que nos dejó boquiabiertos: El bosque pintado de Oma, obra realizada por Ibarrola (espero no ponerlo mal) que no defrauda. Cada giro de la mirada es un nuevo descubrimiento, así que ponemos sólo una foto para no desvelar muchas sorpresas. Merece la pena una escapada hasta allí aunque se tenga poco tiempo.


Desde el mismo aparc
amiento donde se deja el coche para ir (durante unos 45 minutos) hasta las pinturas, surgen las escaleras que llevan hasta un yacimiento ruprestre (cuevas de Santimamiñe) que tenemos pendiente para la próxima visita y, al ladito, encontramos una sugerente reserva faunística (Basondo)... que nos decepcionó bastante. Es antigua, y deja que desear su estado de conservación, de modo que los animalillos dan lástima. Comparado con otros sitios similares, es más baratillo, pero merecería la pena pagar más si los bichos tuviesen más comodidad.


La siguiente parte de nuestro viaje fue en furgoneta, recorriendo una carreterilla inolvidable que discurre en paralelo a la costa y al monte. No apta para gente con prisas, en cada curva espera un momento para enmarcar. Se atraviesan atractivos pueblos que esperamos redescubrir en otra ocasión. Uno de ellos es Zumaia, donde ya estuvimos disfrutando de aguas termales hace unos años y desde donde hicimos esta fotico.



Siguiendo la ruta que asciende el Igueldo, alcanzamos San Sebastián, ciudad que nos encanta. Tras unas 10000 vueltas buscando aparcamiento, conseguimos un hueco que nos dejó un ratillo libre para poder subir al otro monte que custodia la ciudad, el Urgul. Las vistas hablan por sí solas, ¿o no?



1 comentario:

  1. El norte es un lugar perfecto para ir con alguien perfecto...

    ResponderEliminar